Una vez más salimos por las calles de la ciudad a sembrar, liberar, soltar libros.
Cada siembra cuenta con más adeptos y, en consecuencia, cada vez son más las personas que descubren libros dejados al paso, en lugares públicos.
Estos son algunos de los libros deseosos de ser leídos para ser liberados nuevamente en la próxima siembra.
De nada sirve un libro olvidado en una estantería, sin lectores, sin vida... Por eso salen de las bibliotecas a buscar nuevos dueños que los ayuden a seguir rodando de mano en mano, de casa en casa, de corazón en corazón.
qué hermosa siembra, a diferencia de la de los árboles y flores se puede hacer en todas las estaciones. Ojalá que las semillas germinen
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