Sobre el Taller Literario "Punto Seguido"

Este Taller Literario es coordinado por la escritora Leticia Marconi y tiene lugar en Punta Alta, Prov. de Buenos Aires, Argentina.

sábado, 7 de noviembre de 2015

En "La noche de los libros"

Actividad de nuestro taller en el evento "La noche de los libros", organizado por la carrera de Bibliotecología del ISFD Nº79; una hermosa propuesta cultural.
¡¡¡Muchas gracias a quienes visitaron nuestro stand y se interesaron por las tareas que realizamos!!!
Las musas acompañaron a varios de nuestros visitantes regalándonos frases, poemas y pensamientos que plasmaron en hojas de papel...

Hoja nº 1

Hoja Nº 2

Hoja Nº 3

Hoja Nº 4

viernes, 23 de octubre de 2015

Diccionario del taller

Descripción de palabras a modo de diccionario, según nuestros talleristas:

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Adela

Combustión: sensación de frío que envuelve al cuerpo cuando algo lo perturba.
Hambre: sensación que provoca placer cuando vemos algo que nos gusta.
Presencia: invasión del lugar ya ocupado por otro que llegó primero.

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Alicia

Destino: ente culpable de cuanto hecho negativo ocurre en nuestras vidas.
Guerra: monstruo grande que pisa fuerte y muy seguido, al mundo.
Miedo: en cierta medida es una emoción saludable que nos vuelve prudentes; superada  esa medida, pasa a denominarse con una palabra escatológica.

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Norma

Frío: algo que quisiera hacer desaparecer cuando veo gente viviendo en la calle.
Noche: la oscuridad unida a lo incierto.
Temor: aquello que despierta el famoso sillón del dentista.

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Viviana

Alcoba: habitación de la casa donde se va a dormir, de preferencia, aunque en ocasiones se hagan otras cosas.
Escapar: desaparecer sin permiso.
Pensamiento: producto de la actividad de nuestra mente que debiera ser previa al habla.


lunes, 28 de septiembre de 2015

Quisiera, pero...

Quisiera que siempre me quieran mis hijos y nietos como ahora.
Quisiera viajar al más allá a encontrar a seres que partieron para decirles lo que callé en su momento.
Quisiera tener condiciones para cantar y bailar maravillosamente.
Quisiera que hubiera un parque donde los abuelos pudieran hamacarse, usar el tobogán…
Pero, sé que mis esfuerzos serán inútiles ya que no podré modificar la realidad ni las decisiones personales. (Susana/Norma)

Quisiera encontrar mi lugar en el mundo, allí donde mi vida tenga una finalidad cierta y hermosa.
Quisiera que nunca más mueran niños por no tener qué comer.
Quisiera haber contado con una voz privilegiada y poder cantar la música más bella.
Quisiera llegar a ser muy, muy viejita y conservar la curiosidad y el entusiasmo.
Pero, nada es perfecto y algún motivo habrá para que las cosas sean como son. (Norma/Viviana)

Quisiera poder volar.
Quisiera un día sin violencia.
Quisiera ser más sabia.
Quisiera caminar descalza sin temor a lastimarme.
Quisiera que todos en el mundo tengan buenas intenciones.
Pero, mi físico no me lo permite. (Viviana/Adela)

Quisiera bailar folclore.
Quisiera viajar en crucero.
Quisiera volar como las aves.
Pero, dudo que mi economía lo aguante. (Adela/Alicia) 

Quisiera conocer Egipto y Medio Oriente.
Quisiera visitar la Feria del Libro.
Pero, desgraciadamente no soy capaz de manejar el tema más allá de mí. El tiempo nos limita y somos incapaces de concretarlo. (Alicia/Camila)

Quisiera plantar un árbol y verlo crecer hasta no poder alcanzar su copa.
Quisiera haber llegado a la vida de esa persona mucho tiempo atrás.
Quisiera viajar en tigre por toda la selva.
Quisiera tirarme con paracaídas en Roma.
Quisiera ir a la luna.
Pero, la realidad me dice que todo no se puede.  (Camila/Lydia)

Quisiera que tus ojitos me miraran con amor.
Quisiera despertar un día en que el cielo esté nublado.
Quisiera volver a ver mientras el silencio se ahonda.
Quisiera que aquel sueño durara todo el día.
Pero, hay que hacer méritos personales para lograrlo, prepararse para ello y contar con la ayuda de terceros. (Lydia/Susana)

domingo, 23 de agosto de 2015

Predominio: ¿qué letra preferís?

Momento místico (Susana)

María miraba media medalla milagrosa mojada.
Mario, majestuoso, montaba motocicleta mugrienta.
Miguel, misterioso murmuraba; musitaba mucho: —Muy mal, muy mal. Macanudo mamporro, Miguel.
Moretones muy marcados, macilentos. Miedo macabro.
Mientras, Melisa movía melodiosamente manitas menudas milongueando música melancólica.
—Madre, mira mi muñeca morena, manchada, marrón.
Minina, mimosa, malcriada maullaba. Masticaba migas, mordía manzanas.
Mariposas melosas madrugadoras merodeaban mágicamente malvones morados, margaritas mustias, macetas macizas, mosquetas marchitas.

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Casi casamiento (Camila)

Candela Carla Castel, científica colorada, compañera, considerada, comprensiva, cálida. Comprometida con César Castaño, comandante cruel, cínico, correcto, conservador. Conocidos casualmente cuando cabalgaban caballos ciegos. Comunicaron cariño cayendo cansados. ¡Cuánto cariño! Césped cómplice. Confiando ceder, confirmaron casorio.
Cúspide con campana, catedral colorida, corazones compasivos, copas con Coca-Cola, cura casual, chaparrón constante. 
Catalina clamó: —¡César culpable! ¡Cometió crimen! ¡Cuidado Candela! 
Caducando calma, caducando cariño. 
César cometió crimen, cumplió condena casi cuatro cuatrimestres completos. Candela, cundiendo calma, corrió caminos considerando cualquier casino con Catalina como cómplice.
Cien cuatrimestres concluyeron como chasquidos. Candela consumía café cuando César corrió cual cliché. Confirmó crimen. Completamente cobarde, con cinismo.
¡Cuánta chiripa! Castel, clemente, considerando compadecer comprendió cada circunstancia. Corazones clarearon.
Casi casamiento. Candela, César... continuaron coexistiendo como compañeros.

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Solo (Nicolás)

Solo salió solo, sin sol. Su soledad sació su sabiduría sin soltar su sensibilidad.
Sediento sauce sin sendero, semifusa solitaria, sensaciones sin sorderas.
Su saco sortearon sin S.O.S. Sosegó sus sospechas.
Sabores saturados sin sosegarlo. Sus sensaciones sobre su ser saciaron saturadamente su suicidio.
Sanguijuelas sedientas succionaban su sucia sangre. Seres sospechosos separándolo sustancialmente. Suazo rió suave sobre su sociedad, súbditos súbito. Se sostenían sobre su ser. Salían sonrisas sobre sus sueños, sollozos sobresalían. Sobrevolaban sus sueños. 
Soñador suicida. Salió solo, sin sol.

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Las librerías (Lydia)

Luego los lóbregos líderes laboristas lanzaron líneas limitadoras, lesivas, lapidarias. Los longevos libreros lamentan: ¡Luchen, luchen!
Lujosos locales luminosos luciendo luces led liquidan leyendas ¡lástima!: libros limitados, libretos lujuriosos, láminas litográficas, laberintos, listas largas, libelos, letras.
Leales libroamantes lastimados, lloran.
Licencia lingüística: lloran.

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Definitivamente (Viviana)

Donald deambula distraído. Daisy duerme despatarrada. Dumbo disfruta dándose duchas desestresantes. Dale, divertida, devora docenas de deliciosos dátiles disecados. Debajo del duraznero dorado, Dippy dormita distendido.
Definitivamente, Disneylandia descansa.


sábado, 8 de agosto de 2015

Tankeando haikus

Hemos tenido la osadía de transformar Haikus de Jorge Luis Borges y Mario Benedetti en... 



TANKAS

El mar de todos
no es como mi mar
él me conoce
sabe nuestro secreto
que mi corazón guarda. 
(Benedetti/Camila)


Esta es la mano
que alguna vez tocaba
tu cabellera
ya no vive agua fresca
callos y llagas llora.
(Borges/Maxi)


Si no se esfuman
hay que tener cuidado
con los fantasmas
que buscan en la noche
robar hasta tu alma.
(Benedetti/Lydia)


Aquí seguimos
los niños y los viejos
irresponsables
tan cerca uno del otro
y con gran regocijo.
(Benedetti/Viviana)


La ociosa espada
sueña con sus batallas.
Otro es mi sueño.
No por inalcanzable
menos real y vivo.  
(Borges/Alicia)


La golondrina
de vuelta a su pasado
no encuentra el nido.
El pasado no está
se fue sin dejar huellas.
(Benedetti/Susana)


Desde el espejo
mis ojos no me miran
miran al tiempo
alejándose, lejos,
pues mi vida se va.
(Benedetti/Nicolás)


Parece cuento
al barco lo defienden
los tiburones
feroces insolentes
no saben de piedades.
(Benedetti/Adela)




viernes, 19 de junio de 2015

Diálogo inducido

Lydia dijo que dicen:

—¡Hola colega! ¿Cómo estás?

—¡Mirá, ni me hablés! Todo resultó de otra manera.
¡Andá! ¿Y cómo es eso?
Es que tienen pensado algo completamente distinto.
—Pues, yo no me quejo, he pasado una tarde como nunca.
¡Ah, sí! A mi llegada salía la promotora. También ella se tendrá que poner las pilas.
Entonces nos darán las llaves pronto.
Sí... para que pintemos, arreglemos, distribuyamos los muebles y preparemos recepción y demás.
¿Es para tanto?
Ellos la tienen clara, ponen el capital y nosotros la tarea, a vos te toca pintar.
Tengo una leve idea, pero... ¿realmente querés que lo haga?
Y sí, a menos que hayas cambiado de parecer y no te interese acompañarme.
En fin, mejor me tomo un tiempo para pensarlo, hasta luego.
Chau, en dos horas espero tu respuesta. (Mejor voy pensando en otro, éste tiene pocas ganas de trabajar).
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Martín dijo que dicen:


—¡Hola colega! ¿Cómo estás?

¡Hola! No muy bien, venía en el auto y atropellé a un payaso que vendía flores. Lo peor es que no fue un accidente, me dan bronca los payasos y detesto a las personas que venden flores y este maldito era una suerte de oferta.
¡Andá! ¿Y cómo es eso?
—Es simple, desde chico sentí un desprecio a los hombres maquillados y las flores me remontan al cementerio. En fin, aproveché la calle  desierta y el empuje de mi Torino. ¡Lo levanté tres metros! ¿Vos qué contás?
—Pues, yo no me quejo, he pasado una tarde como nunca.
Bueno, me alegro. En cuanto al arreglo del Fiat, ya casi está listo.
Entonces nos darán las llaves pronto.
¡Sí, por supuesto! Pero vas a tener que cuidarlo como si fuera un cristal.
¿Es para tanto?
Sí, lo único que no hace ruido en ese auto es la bocina ¿Tenés idea de mecánica? Te vas a tener que poner al tanto.
Tengo una leve idea, pero... ¿realmente querés que lo haga?
Sí, comprate un manual de Fiat 147 y estudiate todo. Después vas a tener que invertir un buen dinero para dejarlo en condiciones. ¿Qué pensás hacer?
En fin, mejor me tomo un tiempo para pensarlo, hasta luego.
Chau, no te enojés conmigo, el auto lo manejás vos.
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Alicia dijo que dicen:


—¡Hola colega! ¿Cómo estás?

—Como la mona, quise ir por lana y salí trasquilado. 
¡Andá! ¿Y cómo es eso?
Invité a Caro con la excusa de tomar algo y pasear por la costa al atardecer, pero se apareció con los tres hermanitos. Y a vos ¿cómo te fue?
—Pues, yo no me quejo, he pasado una tarde como nunca.
Al menos vos la pasaste bien. ¿Viste que llamaron del consorcio para adjudicar los departamentos?
Entonces nos darán las llaves pronto.
Eso espero porque escuché rumores acerca de denuncias por manejos turbios y faltantes de dinero.
¿Es para tanto?
No sé, son rumores. Vos que conocés de contaduría ¿no podés pedir informes a la comisión?
Tengo una leve idea, pero... ¿realmente querés que lo haga?
Sería interesante para evitar sorpresas después. Sé que te meto en un compromiso, sobretodo porque no hay nada concreto.
En fin, mejor me tomo un tiempo para pensarlo, hasta luego.
Entiendo tus escrúpulos y acepto lo que decidas, chau.







viernes, 22 de mayo de 2015

Aquí, una entrada especial.

¿Adivinan cuál es la consigna? (talleristas abstenerse)

En una aldea entre arrozales es inmortal el arrepentimiento. El amanecer original es espectador imperturbable, ante ese agobio acallado. Aquella abundancia antinatural de años anteriores, expiró al imponerse Ares entre intereses ajenos, alejados. Ahora, un anciano acongojado entierra el alma en un ataúd ausente. El alimento es exiguo, empero alcanza en esta aldea: escasos estos aldeanos, excesivas amarguras acarrean. (Maxi)

El abuelo Esteban estableció equinos árabes en el establo. Algunos espectadores observaban esos excelentes animales ante el orgulloso abuelo. Entre estos observadores estaba un experto; ambicionaba adquirir algunos equinos. El abuelo era opuesto a esta intención.(Alicia)

Ufano, el ebanista ecuatoriano, arma un abecé. Eficaz, evita insolación  usando al abedul. (Adela)

Oruro está en altura ubicada en el Altiplano. Está amaneciendo, entran obreros a entrañas en el altozano, anhelando encontrar oro. Utilizando equipos extraordinarios, evolucionados en explotación. Estando adentro, encomiendan a entidades ofrendas, alma, existencia, en una esperanza infinita involucrando al universo entero. Así es , existencia usual en estos obreros. (Luiza)

En otoño, Analía está experimentando. Extraer el aroma es el objetivo. Abre el extracto y olfatea. Un intenso aroma a azahar invade el ambiente. Azahar, aroma entre aromas. Analía está exultante. (Fabiana)

sábado, 2 de mayo de 2015

En grupo

En el aula, bajo presión y a contrarreloj, las neuronas se ejercitan sembrando semillas fértiles...


"El sol se oculta lentamente tiñendo el océano de líquidas llamaradas. En la playa solitaria, dos siluetas entrelazan sus manos. Frases llenas de ternura naufragan. El fruto amargo de sus cuerpos deja su huella en la garganta. Espíritus libres como el viento se van velozmente al horizonte."

(Viviana-Armando-Martín-Alicia)


 *            *           *  


"La mujer sonríe océanos ardientes y quema mis ojos con su mirada de brasa. Rastros de serpiente bajo el sol. Esperanza. Espíritu prolífico. Lunas, lloremos silencios y que los vientos agiten campanitas. Pájaros en otoño. Un corazón y la nada."

(Mirta-Luiza-Maxi-Adela)

lunes, 20 de abril de 2015

Algunas poesías de “L@s chic@s de los jueves”.

Sin destino prefijado (Adela G. Rubio)

Silencio
         sombra
               recuerdos
un corazón
        mil sonrisas
el mar
       mi mente
tu ausencia
tu sonreír
tus palabras
      y el sol
         en mi pensamiento
     y la lluvia
        en tus mejillas
y un futuro que es presente
invadiéndonos la vida


Duda (Alicia Muñoz)

La mano agonizante se eleva al cielo
con un sollozo gris.
El hombre sufre la angustia
de la perpetua duda.
¿Es esto todo?
¿Es esto todo lo que soy?
¿Cuál es el propósito de mi existencia
en la vasta creación?
El hombre, capaz de crear el caos y la maravilla,
se pregunta:
¿Hay algo más allá de esta vida,
o es apenas un punto entre dos nadas?
El alma desgarrada busca
respuestas;
pero obtiene un silencio impenetrable
de indiferencia.
Solo ante lo desconocido,
el hombre recorre el camino.
Sólo sabe que el tránsito
es arduo, duro, inhóspito.


Almacén de los iguales (Claudio M. Vita)

Almacén de los iguales
con cabezas de papel,
preso estuve de tus tiempos,
preso sin poder crecer.
Quiero lo que no me diste,
lo que no supe pedir.
Almacén de los iguales,
no cenaré en tu mentir.

Me cansé de tus productos,
de tus frascos, de tu piel;
de los que buscan dinero,
el sillón y no el saber.
Qué bufonada es la vida
para el que quiere vivir,
tropieza con tanta roca
que termina por morir.

La vida es eso: gusanos,
y arriba están los más gordos;
la luz les brota en los anos
y en los cerebros los hongos.
Dale, que hay muchos papeles
para actuar en la gran obra,
tanta gente come mierda
que hasta las moscas se asombran.

¿Y vos sos tan diferente?,
por tu protesta o tu angustia;
somos todos como hormigas,
y el hormiguero es la tumba.


Estrellas fugaces (José I. Gutiérrez)

La niña
anfitriona de corazones solitarios
de tibia mirada
al sufrimiento del amante.
Vistiendo alegría seductora
en los jardines de Palermo
de cerca, promesas y halagos
de lejos el grito vacío
del hombre, del amigo.

El último amanecer
noche de violencia y oscuridad
la guerra en su baile principal
muestra su rostro descarnado
al amante encarcelado.

El velo de sus ojos
cayó con el paso de las lágrimas
y los deberes de la buena hija
murieron en brazos del amor inalterable.

Dos almas unidas.
Testigos de horas de angustias.
Estrellas fugaces en la historia argentina
dibujaron celestes respuestas
en las páginas de Buenos Aires.


Haikus (Maxi Rueda)

Entre las hojas
misterios vivos llevan
junto a mis sueños.

Ver tanto flujo
difumina las almas
y el viento vive.

viernes, 3 de abril de 2015

L@s chic@s de los jueves, antología, ciclo 2014

Nuestro nuevo libro 




El jueves 26 de marzo dimos inicio al ciclo 2015 con la presentación de la antología de trabajos realizados por los talleristas durante el 2014, ante un gran marco de público. Nos acompañó la Escuela de música “La Tona” que nos sorprendió con la interpretación de un popurrí de temas en guitarra y órgano. 

En este libro hemos reunido poesías, cuentos y diversos textos que son productos de pautas consignadas, de charlas, de actividades grupales; pero, principalmente, son el resultado de la dedicación y el compromiso que los integrantes del Taller Literario “Punto Seguido” han asumido con las letras. 

El título refleja nuestro espíritu lúdico, ya que sabemos que hacemos uso indebido del símbolo “arroba” pero nos encantó jugar con esta especie de desdoblamiento genérico; nos gusta divertirnos con las palabras, pensamos que el escribir no tiene por qué ser un hecho formal y solemne.

Próximamente subiré algunos textos.



 Integrantes del taller literario: Adela Gutiérrez Rubio, Alicia Muñoz, Claudia Estebenet, Claudio Marcelo Vita, José Ignacio Gutiérrez, Mabel Corinaldesi, Maxi Rueda, Norma Cestier.

lunes, 12 de enero de 2015

Se dejó guiar...

Este texto fue realizado en conjunto por los talleristas que, en forma oral, debían continuar el relato sin previo aviso y al azar. 

Desorientada, cerró la puerta de la habitación y salió corriendo de la casa. Buscaba algo en qué divertirse. Caminó hasta encontrar una plaza. Se subió a una de las hamacas; aunque era grande, no le dio vergüenza. Se hamacó durante media hora… y volvió a aburrirse. Bajó de la hamaca y siguió caminando. Llegó a la estación de tren, pero allí no había nada. Entró y recorrió todas las habitaciones. Sintió miedo. Volvió a la sala y se sentó. De pronto miró hacia el cielo y vio unas nubes negras que le decían que iba a llover. Quiso levantarse pronto pero apareció un anciano que la miró como si la conociera. Se le acercó y le preguntó su nombre. Ella quedó muda del susto. El anciano repitió la pregunta. Luego de pensar un momento le dijo que se llamaba Adela, y justo  en ese instante comenzó a llover. Se fueron de allí juntos. Caminaron de la mano por el centro hasta que empezaron a chapotear dentro de los charquitos llenos de barro y agua, les gustaba ver cómo las gotitas manchaban la ropa de un marrón que después no saldría más. Una vez que se aburrieron de chapotear siguieron caminando hacia la casa de él. Ella se dejaba guiar simplemente por su mano firme a pesar de la edad. Cuando llegaron, la invitó a entrar y tomar un té. Ella aceptó. Mientras el anciano preparaba la infusión, Adela comprendió que esa casa no le era desconocida. Había un cuadro con un señor de bigotes densos que le recordaba a su abuelo; había una mesa rinconera con una carpeta de encaje que era casi igual a la que su mamá había tejido para su ajuar antes de llegar de España. Miró con atención al hombre que traía el té... y, entonces, lo reconoció:
—¡Qué rico té que hacés, papá!



 Autores: Claudio – Adela – Maxi - Alicia